Desde que te fuiste el aire acá se ha puesto irrespirable. Al principio me dije: en cuanto mamá se muera me voy para la capital. Pero mamá no está tan vieja como ella quisiera y aparte de que le chifla, está más sana que vos y yo juntos. Lampyris noctiluca. También llamado cocuyo. Está cada día más insoportable. Este insecto esta dotado de unos órganos especiales que le permiten emitir luz. Asunción dice que nos va a enterrar a todos. Te juro que a mí no. Es un coleóptero de tegumento blando que se alimenta solamente en estado larvático. Una luciérnaga adulta no come. No sé que le ha dado últimamente. Me apaga las luces, hasta la lámpara de la máquina de coser mientras trabajo. Dice que hay que ahorrar. La Elateridae o saltapericos posee en el lomo del protorax unas manchas ovaladas de color blanco amarillento verdoso que emiten por las noches dos luces de color verde. Ella dice que ve el resplandor y le molesta. Pero el doctor Mariani nos ha dicho mil veces que es mentira, que la ceguera de mamá no distingue el día de la noche. La Lampridae, por ejemplo, cuyos faros están localizados en los dos penúltimos segmentos ventrales. Hace algún tiempo que ando con un muchacho del Bragado que vive en la Capital. Es viajante. No es muy joven que digamos pero es un buen hombre. En cambio en el Fengodidae –o isondu en guaraní– los órganos luminosos están dispuestos en cada segmento del cuerpo, un par en cada segmento, todos irradiando luz verde, menos el primero y el ultimo, que emiten luz roja. Me dice que me quiere mucho. Que me puede ayudar si me decido. Pero esta luz es fría, sin calor y es producida por una sustancia llamada luciferina, según unos y por bacterias luminosas, según otros entomólogos. Que no me quiere presionar pero que no me va a esperar toda la vida. Ay, Chino, yo se que vos me has de entender. La hembra se asemeja a un gusano –por carecer de alas y élitros– tiene patas cortas y el abdomen muy prolongado formado por anillos negruscos de borde amarillo que despiden una luz fosforescente. No hago más que pensar y pensar desde hace meses. Te extraño tanto... Me consuelo pensando que si estuvieras aquí todo sería peor, al menos para mí. Sólo los machos vuelan. No voy a esperar a estar segura porque ese día no va a llegar nunca. El brillo de las hembras no se puede explicar solamente como un medio de comunicación sexual. Me voy Chino. No te preocupés. La vieja va a poder sola con el puesto. Las larvas también brillan. Todo el mundo la conoce y la quiere. No me odies. De hecho se ha comprobado que las luciérnagas viejas brillan para parecer más atractivas. No me escribas acá porque me fui. En cuanto tenga una dirección en la Capital te la mando. No me olvides.
Te quiere, siempre.
Tu Laura
29 de agosto de 2007
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